Carlos Otero Psicólogo
Desde niño, observaba el mundo con curiosidad. Me detenía en lo que suele pasar desapercibido: los detalles. Porque a veces, lo más revelador no está a simple vista.
Mi afinidad natural era con las ciencias exactas. Me fascinaban la biología y las matemáticas; incluso llegué a considerar seriamente una carrera en informática. Sin embargo, la vida, con su capacidad para cambiar los planes, me llevó por otro camino. Tenía 15 años cuando nació mi hermano, prematuro. Fue mi primer contacto con la discapacidad, no como etiqueta, sino como vivencia que descoloca, exige y transforma. Afortunadamente, su evolución fue mucho mejor de lo esperado. Aun así, aquel evento despertó en mí una nueva inquietud: el valor del vínculo humano y el poder de la ayuda.
A los 18 años comencé mi primer voluntariado, acompañando a personas con síndrome de Down. Esa experiencia consolidó una convicción fundamental: toda persona merece ser vista, escuchada e incluida, sin importar su condición. Desde entonces, la psicología dejó de ser una opción para convertirse en un propósito. Me formé en la Universidad de Murcia y completé el Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad de Oviedo.
Mi trayectoria profesional ha continuado en contextos diversos, incluyendo el ámbito de la educación social en Francia. Actualmente, acompaño a personas adultas que, como tú - y como yo -, han emigrado y enfrentan los desafíos emocionales del desarraigo: el duelo migratorio, la ansiedad silente, el insomnio persistente, la baja autoestima o el desgaste emocional del día a día.
Trabajo desde una base cognitivo-conductual, pero no me detengo ahí. La formación continua es parte esencial de mi ejercicio profesional. Encuentro especial resonancia en las terapias de tercera generación, en particular la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), por su capacidad de ayudar a vivir con presencia, sentido y coherencia, incluso en medio del dolor.
No prometo soluciones rápidas ni fórmulas universales. Ofrezco un acompañamiento serio, humano y comprometido, para que puedas construir una vida más alineada con lo que de verdad importa para ti.
